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Channel: con la luz de mi cocina
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FÁCIL: LAS ROSQUILLAS DE MAMÁ

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Enroscadas en forma de nudo, las primeras rosquillas que comí.
Ya sé que hay cantidad de recetas de rosquillas, y todas a cual más rica. Con casi los mismos ingredientes y muy parecida manera de elaborarlas. Pero éstas que publico hoy eran las que hacía mamá. Aunque tengo la receta y aparentemente están igual a las que nos elaboraba, me gustaban mucho más las que ella preparaba. Los huevos, la manteca y la mano de la cocinera... Todo influye y posiblemente también el que hoy en día ya estemos más que` fartucos´ de todo y hace 40 años nos prestaba muchísimo todo lo que se salía de los menús diarios y únicos. Bueno, no estoy diciendo que éstas no estén ricas, ¿eh? Están buenas, no llevan nada de tiempo y quedan con una presentación estupenda. Además, en una lata hermética aguantan bastante bien unos 4 días. Pero lo mejor de todo es comerlas recién preparadas. En casa apenas sobró media docena.

Con una forma muy peculiar, mamá siempre las hacía así, al igual que en mi pueblo varias vecinas le dan esta forma. Quedan muy suaves y apenas se empapan con el aceite, pues se puede observar que, al freírlas, no mengua nada. No son muy dulces y se convierten en un bocado muy bueno para acompañar un buen café o una tacina de chocolate.
Y con un buen chocolate, remojan de maravilla.
A ver si os gustan.

Esta fotografía guapísima de la playa de Bañugues, pertenece al estupendo blog LUZ Y COLOR, de Nieves ( DULCE Y SALADO). Gracias por hacer imagen este bello atardecer de primavera, Nieves. Si queréis ver más fotos de nuestra playa pinchar aquí
La vida es tan fácil

como una suma,

multiplícala tú,

que sólo hay una.

El mundo es, a veces,

algo tacaño;

réstale tú todo

lo que te haga daño.

La vida prefiere

que no dividas

aquello que sientas

de lo que digas.


                                                                                               Aurelio González Ovies

Para las rosquillas, NECESITAMOS (salen unas 2 docenas, abundantes)
Les podemos poner un poco de ralladura de limón.


  • 1 pocillo de manteca de vaca cocida ( de las tacinas pequeñas de café)
  • 1 pocillo de azúcar
  • 2 pocillos de leche entera
  • sal
  • 3 huevos enteros
  • 600 gramos de harina de repostería, tamizada
  • 2  1/2 cucharadiinas de café, de levadura en polvo
  • azúcar para rebozar
  • aceite de oliva para freír
Elaboración
En un bol ponemos la mantequilla líquida, añadimos el azúcar, la leche y la sal .
Ponemos los huevos y lo batimos enérgicamente con las varillas. Ponemos  parte de la harina tamizada con la levadura y mezclamos bien.
Añadimos harina a medida que lo vaya pidiendo. Tenemos que conseguir una masa blandina, pero que no se pegue a los dedos. La necesité toda, pero eso es según el tipo de harina que le pongamos.. Hacemos una bola y vamos cogiendo de ella pequeñas pelotinas, del tamaño de una nuez., hacemos con ella un rulo...
... y formamos un nudo sencillo. Así con toda la masa.
Ponemos en un cazo el aceite de oliva necesario para que las cubra y lo calentamos, a fuego medio, para que no se quemen por afuera y queden sin cocer por el interior. ( Utilizo un cazo de un litro). Las dejamos unos 5 minutos, si ponemos pocas se hacen mejor y dan la vuelta solas. Si ponemos más, tardan un poco más y hay que darles la vuelta. Las sacamos en una fuente con papel de cocina y después de unos minutos, aún calientes, las rebozamos en el azúcar. Las ponemos en una fuente y una vez que enfríen, a comer.
Crujientes por el exterior y su interior parece de bollería.

No son nada empalagosas, no están muy dulces.

 ¡¡¡BUEN PROVECHO!!!!


CONEJO AL CURRI (y gracias por vuestros premios)

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Sano y nutritivo.
Hoy prepararemos un plato diferente a base de conejo. A pesar de que en nuestra casa no les vuelve locos esta carne, es muy sana y apenas tiene grasas. Ideal para las dietas. Y os digo que no les va mucho, no porque no les guste, más bien porque ya les cansó. Mi sobrino hace unos años llegó a tener más de cien. Y era una maravilla observarlos. Cuando una hembra paría 8 o 10, daba gusto mirar el `ñerín´(nido). Y observar lo rápido que crecían. Pero también ocasionaban mucho trabajo. Estos animales, bueno, como todos, necesitan mucha higiene para no contraer enfermedades y hay que dedicarles no pocas horas. Después llegó su alergia a casi todo lo verde y no nos quedó más remedio que ir poco a poco deshaciéndonos de ellos. La diferencia entre los caseros, alimentados con hierba y maíz, a los de las carnicerías, es mucha.


Hoy publico esta receta con unos que me regaló una buena amiga, de su casa y con un sabor estupendo. Gracias guapa.

A ver si os gusta.

Poema de A. G. Ovies, para niños, en Poemas desde el Faro

MAQUINARIA DE LA VIDA

  

 Mírate por dentro,

asómate un día,

verás qué paisajes

llevamos encima.

Dedica unas horas,

mírate sin prisa,

verás cuántos órganos

en plena armonía.

El corazón siente,

el pulmón respira

y mientras la sangre

transcurre tranquila.

Conócete, observa:

no es nada sencilla

esta maquinaria

que nos da la vida.

Cuídala y escúchala,

porque es gratuita,

y como una flor,

¡ay si se marchita! 



Necesitamos


  • Un conejo troceado
  • especias al gusto,  para adobar
  • hierbas al gusto,  para adobar
  • pimentón
  • 3 cebollas
  • un vaso de buen vino blanco
  • 3 dientes de ajo
  •  orégano y perejil
  • harina para rebozar
  • aceite 
  • sal
  • patatas fritas para acompañar
Elaboración

Dos días antes de la preparación adobamos el conejo con las hierbas aromáticas que queramos y especias. yo le pongo hierbabuena, tomillo, orégano y pimentón. Pasados los días de adobo, secamos bien la carne con papel de cocina y la enharinamos, golpeamos ligeramente para retirar el exceso de harina. ponemos en una sartén aceite y cuando esté caliente vamos dorando la carne. Ponemos pocos trozos de cada vez para que no queden con aspecto de cocidos y queden con un bonito color dorado. Reservamos. Colamos el aceite y nolavamos la sartén. Reservamos por separado.

Colamos el aceite de freír el conejo y lo ponemos en la tartera en la que vayamos a preparar la carne.  Lo calentamos para añadir la cebolla picada menuda. Una vez que  esté transparente, añadimos la carne dejamos que se haga el conjunto unos minutos. Ponemos el vino en la sartén donde doramos el conejo y le damos un hervor. Lo colamos y añadimos a la carne. Dejamos que se vaya haciendo despacín.
Colocamos en la picadora el ajo, el orégano y el perejil y lo picamos menudín. lo añadimos al conejo, damos un hervor y ponemos el curri, al gusto, yo le puse una cucharadina del café.. Dejamos que se haga despacín. 
Según el peso del conejo puede tardar más o menos, pero aproximadamente en una hora escasa, está. Se sabe si lo pinchamos con un palillo y éste traspasa la carne con facilidad.
Freímos unas patatas y servimos bien caliente. Está muy sabroso.
 ¡¡¡BUEN APETITO!!!
Aprovecho para darles las gracias a Marijose del blog, Una mariposa en mi cocina y a María,  Rebañar hasta acabar, por acordarse de mi cocina al repartir este premio. Gracias, amigas. Cada día es un placer para mí compartir los platos que cocinamos.  Dispongo de muy poco tiempo para pasearme por todas las cocinas amigas que conozco y me gustaría mucho poder hacerlo diariamente. Mi conexión de Internet no es nada rápida, tardo un montón en lograr abrir cada blog, sobre todo cuando tiene muchas fotos, lo que sumado a la escasez de tiempo, dificulta mucho mis visitas. Pero agradezco de corazón vuestros comentarios y siempre procuro contestaros tan rápido como me es posible. Muchas gracias a María y Marijose, si no conocéis sus blogs, os invito a entrar en ellos y degustar conmigo cantidad de platos salados y dulces de lo más ricos. Besinos.
Para todas las que os lo queráis llevar : ¡¡¡Muas!!!



BOLLINES DE LALA ( La Galupa)

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Para  comerlas ya templadinas.
Los posavasos son creaciones de los chicos y chicas de la Asociación Rey Pelayo, para personas con discapacidad.  ¡¡¡Preciosos!!!
Hoy os dejo una receta de aprovechamiento que me facilitó mi amiga Ana. Unas ricas bollinas que prepara su madre casi todos los fines de semana. La idea primera era pasar por su casa para que ella misma las hiciese, pero como los quehaceres quiebran muchas veces la buena voluntad (o, como diría un buen amigo `la urgencia de lo inmediato...´) no me fue posible acudir. Cuando Ana me dio la receta ya me parecía que tenían que estar muy ricas y no me defraudaron.

Conozco a esta familia desde siempre y las aprecio mucho, ellas lo saben. Pero con Ana siempre mantuve una amistad muy grande. Aunque pasemos meses sin vernos, las dos sabemos que ahí estamos para lo que sea. Además nos encanta por igual la cocina y las dos somos entusiastas coleccionistas de libros. Espero con mucha ilusión una libretina llena de recetas de su puño y letra. Allí seguro que estarán algunas de las  que hacían su abuela y su madre,  Lala la Galupa,  una trabajadora infatigable, a la que siempre admiré por su capacidad para hacer frente a todo lo que se le pusiera por delante. Con su cuerpo menudo y ágil emprende cualquier tarea sin arrugarse. Una digna representante de tantos y tantos Galupos que viven en nuestro concejo y fuera de él. Pienso que es bien conocida y querida. Y sus hijas, más de lo mismo. 

Gracias, Lala, estas bollinas son  especialmente ricas, llenas de sabor tradicional, baratinas y fáciles de hacer. Y queda pendiente una buena 'fartura' en tu casa, para merendar y charlar sin mirar el reloj. ¿Vale?

A ver si os gustan.

Un poema de A. G. Ovies, para niños.


La soledad es algo

que tiene cura;

y se quita más fácil

que la pintura.

Si están solos los árboles,

mueven los brazos,

y enseguida se posan

cientos de pájaros.

Si están solos los ríos,

van a la fuente,

y enseguida se bañan

en la corriente.

Si están solos los campos,

telefonean a mayo,

y grillos a montones

vienen pitando.

Yo nunca estaré solo

porque soy listo,

y quiero a mi familia

y a mis amigos.


Les podemos poner azúcar glass.

NECESITAMOS  (para unas 25-30 bollinas, de a cucharada)
  • medio litro de leche entera
  • un palo de canela
  • la piel de medio limón
  • un bollo grande de pan duro, mejor de dos días
  • 3 yemas
  • 3 claras
  • 75 gramos de azúcar
  • una copa de anís dulce
  • 5 cucharadas de harina tamizada
  • medio sobre de levadura tipo Royal
  • azúcar para rebozar
ELABORACIÓN
En un cazo ponemos la leche con la piel de limón y la canela a hervir despacín para que se aromatice bien la leche. Retiramos la piel y la canela y añadimos el pan que habremos picado en trocinos. Removemos y dejamos hasta que esté deshecho y parezca una papilla gordina.
Pasamos a una fuente y dejamos que se enfríe. Removemos de vez en cuando para que no le salga una capa dura por la superficie. Aparte, batimos las yemas con el anís, el azúcar y la harina con la levadura mezclada.( A mí se me olvidó poner la harina en este paso y la añadí al final. También cambié un poco el anís, no tenía del normal y le puse de guindas, por eso me quedó con un color más oscuro) Removemos bien y mezclamos con la crema de la leche que ya estará fría.
Mezclamos bien. Aparte montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos con cuidado (mejor con movimientos envolventes) a la mezcla anterior.
Mezclamos bien y si se os olvida la harina al principio,  la incorporáis con mucho cuidado al final,  igual que si fuese para un bizcocho, para que no se bajen las claras. En un cazo con aceite  caliente vamos friendo a cucharadas las bollinas. Las dejamos hasta que estén doradinas. Si ponemos pocas de cada vez y flotan bien en el aceite, dan la vuelta solas.
Las vamos colocando sobre papel de cocina y  seguidamente las pasamos por azúcar.
Y tenemos unas dulces bollinas por muy poco trabajo y dinero.
Quedan crujientes por afuera y suaves por dentro.
¡¡¡Buen provecho!!!

CARAJINOS, para el grupo de baile Ocle

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Caseros y baratinos.
Hoy una receta sencilla de unos dulces también sencillos. Y con historia. Cuando era pequeña los carajitos o carajinos (para no confundirlos con los de Salas), significaban fiesta o domingo. Nos los solían comprar en las romerías o cuando íbamos al cine. Recuerdo a Engracia con su carrín lleno de todas las cosas más ricas del mundo: helados, barquillos... Y a Aurelio, el de Juanita, con su puestín también de golosinas. Y entre ellas estaban los carajinos. Nos gustaban mucho y además, al estar duros, duraban un montón.

Ya de mayor, formé parte de un grupo de folclore autóctono, en mi pueblo: Grupo folclórico Ocle. Un ramillete de jóvenes entregados, deportistas y animosos. Con pocos medios y muchas ganas, prepararon festivales internacionales en Luanco y a la vez viajaron por media Europa, dando a conocer nuestros bailes. En alguna ocasión hicimos marañuelas para sacar algún dinerín y se nos ocurrió la idea de hacer carajinos. Gustaron mucho y se vendían muy bien.

Significó mucho para mí compartir con ellos tantos proyectos, tantos viajes y anécdotas. Con muchos   conservo una amistad sólida, con otros, por desgracia la vida es así, apenas coincido. Por motivos de estudios, trabajo o familia, nos distanciamos, aunque nos presta mucho cuando nos vemos,  recordar las vivencias en común, esos recuerdos preciosos de aquellos años, desde finales de los 80 hasta mediados de los 90. El grupo aún está activo, mucha gente joven comienza con ilusión a dar sus primeros pasos en las danzas de nuestros antepasados, de la mano de algunas parejas del grupo inicial. Desde aquí les deseo la mejor de las suertes y espero que luchen por volver a ser un equipo fuerte.

Va por ellos,  los de antes y los actuales. Y para todos los jóvenes que hacen posible que nuestro folclore asturiano no caiga en el olvido. Gracias a todos.
La foto no es muy buena, es una copia de una revista anunciadora de un festival Internacional en Luanco.




Poema de A. G. Ovies, recogido del  blog Tardes de cal viva

PALABRAS PARA ALGÚN DÍA
(AGO. El Llugar y La Quintana. Bañugues. Agosto de 2010)

Cinco simples vocales

distintas en mi nombre.

Cinco sentidos frágiles

entre el cuerpo y el alma.

 Amé como me amaron

desde que yo recuerde;

sentí como sintieron

los que me rodeaban.

Un pueblo marinero,

un paisaje de campo.

Jamás lo tuve todo.

Nunca me faltó nada.

Yacen aquí mis huella

de identidad: fui un día

hijo de un camionero

y de un ama de casa.




Los vendíamos a 25 pesetas.

Necesitamos ( con esta cantidad salen unos 12)

  • 100 gramos de azúcar
  • 50 gramos de margarina
  • una cucharadina de zumo de limón
  • cacahuetes pelados y partidos al medio
  • cápsulas de papel, pequeñas
  • palillos
  • un cazo de aluminio

Elaboración
Preparamos las cápsulas y los palillos.

Ponemos el azúcar en un cazo de aluminio, es importante que sea de este material, para que  no se pegue.

Añadimos el zumo de limón y dejamos que se forme un caramelo.

Incorporamos la margarina.

Y dejamos cocer, removiendo de vez en cuando.

Hasta que la margarina y el azúcar queden como una especie de pasta brillosa.

Ponemos en el fondo de las cápsulas un cacahuete  partido y rellenamos con  la pasta de azúcar. Hay que procurar llenarlas despacio, crece un poco y es fácil que se derrame.

Colocamos arriba un cacahuete partido.

Y cuando esté un poco dura la pasta, pinchamos con un palillo en el centro. Hay que esperar a que endurezca para que el palillo no se tumbe.
Y solamente queda esperar a que se enfríen bien.

Y listos para saborear .

¡¡¡Que vos presten!!!

ROSQUILLAS DE LA TÍA SOLEDAD (INFIESTO)

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Muy fáciles.

Cuando mi querida amiga Marigel me dijo que tenía un recetario escrito por su tía en el año 1935, me dio una alegría tremenda. Me lo trajo y para mí fue un regalo de los mejores que me pudiera hacer. La tía Soledad fue una prestigiosa cocinera del restaurante de Infiesto, `La Palmera´. Allí se celebraron muchísimas bodas y el local tenía fama de muy buena comida y unas presentaciones exquisitas. Soledad era, en parte,  una de `las culpables´ de que las personas que allí compartían mesa y alegría salieran del todo satisfechas. Y la buena mujer, en un dietario,  anotaba recetas que hacía, o que le decían. Gracias a su esmero, pudieron llegar a mis manos y poco a poco las iré haciendo.

Hoy os dejo unas rosquillas muy ricas y facilinas. El nombre que le da a la receta no se entiende muy bien, al menos yo no lo leo con claridad, por eso las bautizo como rosquillas, pero si alguno de vosotros ya preparó este dulce y sabe su nombre original, me encantaría que me lo dijeseis. Cada día me sorprende más ver lo que se lograba con unos cuantos, pocos, ingredientes y buen tino. Para muestra, estos dulces.

Marigel sabe lo feliz que me hizo con su regalo, pero desde aquí le vuelvo a dar las gracias y a Soledad le mando millones de besos, para que los recoja desde su estrella.

A ver qué os parecen. 
La receta.
Un poema de A. G. Ovies



LA SO CASA GOLÍA a eses roses que queden
resistiéndose al tiempu na canciella
una güerta.

Les dí estas formas, ella dice que hay que hacer rollitos o panecillos...

NECESITAMOS (Para una docena de rosquillas)
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de aceite ( le puse de oliva virgen)
  • 2 cucharadas de azúcar
  • un poco de anís machacado (le puse una cucharadina de las del café)
  • un poco de canela molida  ( le puse la misma cantidad que de anises)
  • harina
  • aceite para freír
  • azúcar para espolvorear
ELABORACIÓN
Se pone un huevo, se añade el aceite, el azúcar, la canela y los anisinos machacados.
Cuando todo está muy bien batido, se le añade harina hasta formar una pasta que esté un poco blanda.  Tomé porciones.
Y formé bollinas y rosquillas.
Se fríen en aceite caliente y abundante, lo hago siempre en un cazo.  Y una vez frías se  espolvorean con azúcar.
Y quedan unas rosquillas muy sabrosas, con los aromas del anís y la canela. No llevan  levadura y quedan esponjosas y suaves.

Una copia de la agenda en la que Soledad copiaba sus recetas.Seguro que a mi amiga Cabriola le gustará...
Y un ejemplo de los consejos que en ella se recogían. De todo tipo (si pinchas en la foto, la verás ampliada)
¡¡¡Que vos aprovechen!!!

TARTA DE SIDRA

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Os invito a un cachín.
Quiero empezar deseando unas felices fiestas del Carmen a todos los bañugueros. Este fin de semana subirán a la Santina al antiguo Pósito de pescadores, como se viene haciendo desde hace muchísimos años. La Patrona de los marineros pernoctará allí y se quedará hasta mediodía del domingo, momento en que la volverán a bajar en procesión. Que la Virgen del Carmen nos ayude a pasar un año estupendo y ojalá el tiempo acompañe, que está bastante feo, y bien se merece la Asociación de vecinos un buen resultado de todos los actos que, gratuitamente, se darán, al margen de todo lo de carácter religioso. Verbena, sardinada y chocolatada para deleite de todos los que quieran acompañar al jolgorio. Que vos preste a todos y un fuerte: ¡¡¡Viva la Virxen del Carmen y puxa Bañugues!!!

Y para fomentar la asturianía, hoy os dejo una rica tarta de sidra. Fácil, aunque exija un poco de tiempo, y muy suave y fresca al gusto.

Foto y texto facilitados por Marí Luz Gutierrez. Canción a la Virgen del Carmen, muy antigua.
SALVE BAÑUGUERA


Estrella de los mares, Estrella de los mares


cuyo reflejo, cuyo reflejo,


en mis ojos de niño, resplandecieron, resplandecieron.


¿Te acuerdas Madre? ¿Te acuerdas Madre?


A tus pies cuantas veces recé la Salve, recé la Salve.


Bañugues te saluda, Bañugues te saluda


Virgen del Carmen, Virgen del Carmen.


Y estos pobres marinos que amarte saben, que amarte saben.


Virgen del Carmen, Madre adorada,


no olvides a Bañugues que tanto te ama, que tanto te ama.


Del mar en los peligros, del mar en los peligros


,¡Ay! No me dejes ¡Ay! No me dejes.

Que a falta de Tu aliento, mi ser perece, mi ser perece.


Que sólo quiero, que sólo quiero


asido de Tu mano, llegar al puerto, llegar al puerto. 




Refrescante.


Necesitamos

Para  la mousse de sidra


  • 400 gramos de nata líquida
  • 350 cl de sidra asturiana
  • 250 gramos de azúcar
  • 5 hojas de gelatina neutra
  • 1 manzana
  • gelatina de sidra para decorar, optativo
Para el bizcocho
  • 1 huevo
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de mantequilla derretida
  • 1 cucharada de sidra
  • cuatro cucharadas rasas de harina de repostería
  • una cucharadina rasa de café de levadura tipo Royal
Para el almíbar
  • 100cl de sidra
  • 100 gramos de azúcar
  • un chorrín de limón
Elaboración
Pelamos la manzana y la ahuecamos. La laminamos fina. En un bol con agua abundante y fría ponemos a hidratar las láminas de gelatina. Al mismo tiempo hervimos la sidra con 200 gramos de azúcar. Quitamos del fuego.
Ponemos en otro cazo también a hervir lo necesario para el almíbar y apartamos del fuego. Introducimos los trozos de manzana y los dejamos dentro del líquido unos minutos, para que se ablanden. Los sacamos, escurrimos bien y los colocamos en un molde redondo. En este caso utilicé uno de 20 cm. Reservamos tibio el almíbar.
 Escurrimos bien la gelatina y la añadimos a la primera sidra con el azúcar, fuera del fuego. Mezclamos bien.
Semimontamos la nata con los 50 gramos restantes  de azúcar. La mezclamos con la sidra, cuando esté templada. Mezclamos con movimientos envolventes. Colocamos la mezcla con cuidado en el molde, sobre las manzanas.
Hacemos el bizcocho, en el microondas. Batimos el huevo y le vamos añadiendo el resto de ingredientes, a la vez que mezclamos bien: Huevo, azúcar, mantequilla , sidra,
...harina y levadura. Ponemos en un molde apto para microondas, en este caso del diámetro igual que el de la mousse. Dejamos cocer  3 minutos a máxima potencia y retiramos después de transcurridos otros cuatro.
Esperamos a que entibie.Le damos vuelta con cuidado y lo ponemos sobre la mousse. Calamos bien con el almíbar de sidra. Refrigeramos de un día para otro.

Transcurrido el tiempo, le damos vuelta, con cuidado y ya estará lista para servir.
Al emplatar le puse un poco de gelatina de sidra, pero no es necesario.
Y queda una tarta muy fresquina y con sabor a nuestra rica sidra asturiana.
¡¡¡OS INVITO A TODOS A DEGUSTARLA, QUE VOS PRESTE!!!

BESUGO A LA ESPALDA

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Con patatinas confitadas.

Para celebrar la fiesta de nuestra Virgen del Carmen, en casa comimos este rico pescado. La manera de prepararlo es igual para cualquier otro, no ha de ser obligatoriamente besugo. Pero claro, la calidad de éste se nota. Queda jugosín y muy sabroso. Merece la pena estirar un poco el bolsillo para una ocasión especial. Y os podéis animar todos los que decís que no os gusta cocinar, porque más rápido y sencillo, imposible. Nuestra madre solía preparar así los sargos o las roballizas (lubinas).

A ver que os parece.
La mitad.

Os dejo unas imágenes de nuestra Virgen marinera.

La fiesta se celebra en estas fechas de septiembre desde hace muchísimos años, para dar las gracias a la Virgen después de terminada la costera de la langosta. (Fotos de Mari Luz Gutierrez)
Aquí pernocta, en el local del antiguo Pósito de marineros. A sus pies, una composición en la que se recuerda a los marinos de nuestro pueblo que perdieron la vida en la mar. Que en paz descansen.
Detalle del manto que lleva la Virgen, trabajo de malla, arte marinero de nuestra comarca. Horas y horas para lograr esta perfección.

Y un poema de A. G. Ovies, en asturiano.


CONXURU

TRÉBOL de cuatro fueyes:
fai qu´alcance esta nueche
les mios estrelles.

Camisa de culiebra:
dai voz a esta palabra
que nun me medra.

Cuquiellín de mayo:
dexa que salga´l sol
de la mio mano.

Cuervu de mal agüeru:
ofrezme enantes qu´agua
sede y deséu.

Agua bendito:
nun me descifres nunca
qué ye tar vivu.


Para el besugo a la espalda, necesitamos

  • 1 besugo, al menos de 1 kilo, preparado para la espalda
  • 1 cabeza de ajos
  • 250 ml de vino blanco de buena calidad
  • aceite de oliva
  • patatas para freír
  • aceite
  • sal
  • unas raminas de perejil picado
Elaboración
Pelamos los ajos y los ponemos en una sartén amplia con abundante aceite de oliva, en frío; dejamos que se doren, despacín.
Una vez doradinos, añadimos el vino.
Y con una espumadera, vamos removiendo, pegando en el fondo de la sartén, y con movimientos circulares, hasta que se forme una especie de pil-pil. Reservamos.
Limpiamos con papel de cocina el besugo, tanto por afuera, como por la parte interior.
Ponemos en una fuente de horno aceite, sobre el fondo y colocamos el besugo abierto. Le ponemos, por arriba,, un chorrín de agua fría, sal y aceite de oliva. Por este orden. introducimos en el horno que ya tendremos caliente y a 160º.
Cuando la espina del pescado empiece a separarse de la carne, sacamos el pescado y lo cubrimos con el rustido de ajos. Introducimos de nuevo al horno y lo dejamos que  se haga unos minutos más. Para un besugo de 1700 gramos, necesitó unos 20 minutos escasos, dentro del horno.
Para hacer las patatinas confitadas, pelamos y cortamos en lonchas unas patatas. las introducimos en aceite a temperatura media y cuando empiece a burbujear, bajamos el fuego al mínimo. Las dejamos así hasta que se queden blandinas.
Servimos el pescado con las patatinas, regado todo con el rustido y espolvoreamos con perejil picado menudín, si nos gusta.
Y queda así de jugosín.
Un bocado delicioso, sin perejil.  Para unos se lo pongo y a otros les gusta más así.
Que vos aproveche.

FÁCIL: TARTA DE MANZANA DE LOS 70

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Delicadamente dulce.
Esta tarta que publico hoy tiene para nosotros un significado mucho más goloso que toda la satisfacción que podamos sentir al saborear un buen trozo. Es un pastel que compartimos muchas veces con personas queridas que se acercaban a nuestra casa. Nuestra madre la solía preparar a menudo, sobre todo los domingos. Le decíamos que por qué la hacía tan grande y nos contestaba. `ya habrá quién la coma¨. Y era cierto, por nuestra casa se dejaban caer amigos, familiares y conocidos que se sentaban a nuestra mesa y compartían tarta y tertulia.  Hoy, con vuestro permiso, se la quiero dedicar a ellos, a todos los que formaron parte de aquellas tardes de los años 70, en aquella apretada cocina, llena de recuerdos, olores y sabores entrañables, porque llenaron de felicidad esos momentos e hicieron que fuesen imborrables en nuestra memoria.

La elaboraba en la bandeja del horno de gas y de la misma manera os la dejo preparada hoy.
A ver qué os parece.

Nada empalagosa.

UN POEMA DE A. G. OVIES

LOCUS AMOENUS
casteroyhorizonte.jpg
(AGO. El Castro y el horizonte. Bañugues. 2010.) 

No eran más de cuarenta

y dos metros de planta:

la cocina, los cuartos,

el pasillo en el centro.

Fuera, unas latas de aceite con unos turcos,

perejil y geranios.

Una higuera con pose de matriarca,

unos laureles altos

y un gallinero.



Para la tarta, necesitamos

  • 1 terrina de 250 gramos de margarina
  • l medida de la terrina de azúcar
  • 3 huevos
  • 1 medida y media de harina
  • 4 manzanas medianas
  • mermelada de manzana, o melocotón (le puse de manzana e higo)

Elaboración
En un recipiente ponemos la margarina a temperatura ambiente, le añadimos el azúcar y mezclamos bien, sin batir demasiado. Añadimos los huevos de uno en uno y la harina de golpe.
Mezclamos bien.  Preparamos la bandeja del horno, ponemos papel de aluminio, engrasamos y enharinamos. Colocamos la mezcla de base de la tarta. Alisamos bien con ayuda de una espátula.
Pelamos las manzanas, las partimos en cuartos, les quitamos el corazón y laminamos finas. Las colocamos sobre la masa de la tarta, cubriéndola bien. Metemos en el horno a media altura, que habremos calentado a una temperatura media.
A mitad de la cocción, la sacamos del horno y le ponemos por arriba, cubriéndola bien, la mermelada. Volvemos a meter en el horno, hasta que quede bien gratinada por arriba. En horno de gas, tardó en estar completamente cocida 45 minutos.
La dejamos enfriar y la troceamos a nuestro gusto.

¡¡¡¡Y a saborearla!!!!
Y quiero darle las gracias a Rocío, por haberse acordado de esta humilde cocina para el premio que tan generosamente me otorga. Rocío es una joven entusiasta, llena de ilusión que transmite y comparte, y que prepara una ricas recetinas. Desde mis comienzos con el blog, nos intercambiamos comentarios y me complace mucho acceder a su cocina, porque todo lo que allí se cuece es muy facilín de hacer y muy apetitoso. Así que, si os apetece, pasaros por su blog, le y os encantará.

Gracias, Rocío, guapa, aquí lo coloco con ganas.
Para todos los que me lean, os lo merecéis.




POTE DE FABINES DEL GÜEVU CON CALABAZÓN

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Plato tradicional asturiano, del concejo de Gozón.
Bueno, parece que el otoño ya quiere asomar, hoy ya toca uno de esos días grises y lluviosos propios de la estación hace unos días inauguramos. Y apetece pote. Así que os dejo uno bien popular, lleno de color y sabor. A mi tía Nieves le encantaba, siempre que le preguntaba qué le apetecería comer no dudaba en pedírmelo. La verdad es que antiguamente sabían muy bien la manera de compaginar las grasas con las verduras. En casa de mis abuelos lo preparaban con morcilla y tocino, además del chorizo. Le ponían el compango parecido al de la fabada, pero, para aligerar, lo hago solamente con el chorizo. También queda bien con trocinos de jamón. O sin nada, sencillamente con un refrito de ajos y pimentón.

Les fabines de güevu son unas alubias que se siembran por nuestra región. Son redondas y carnosas, pero un poco delicadas en la cocción, pues se deshacen con bastante facilidad.

El calabazón es un tipo de calabaza que se solía sembrar entre el maíz y al que se le daban diferentes usos. Para hacer las bollinas dulces es estupendo.

A ver si os gusta.
Felicito a todas las Pilar que lean estas palabras, les deseo un muy buen día con esta tarta que ya publicaré .

Un poema deA. G. O.
Locus amoenus


 No eran más de cuarenta
 y dos metros de planta:
 la cocina, los cuartos,
 el pasillo en el centro.
 Fuera, unas latas de aceite con unos turcos,
 perejil y geranios.
 Una higuera con pose de matriarca,
 unos laureles altos
 y un gallinero.


Servir bien caliente.

Para el pote necesitamos

  • medio kilo de fabines de güevu, o cualquier tipo de faba blanca
  • medio kilo de calabazón limpio de piel y semillas
  • medio pimiento rojo
  • medio pimiento verde
  • una cebolla
  • una cabeza de ajos
  • azafrán en hebra
  • unas cucharadas de pimentón
  • aceite de oliva
  • un chorizo de buena calidad picado menudín
  • sal
Elaboración


Picamos el calabazón en trocinos y reservamos.
Les fabines las tendremos en remojo la noche anterior. Para prepararlas, las  escurrimos bien y las cubrimos con agua fría. Añadimos los pimientos, unos dientes de ajo, 3, y la cebolla limpia. Ponemos a hervir y una vez alcanzado el punto bajamos el fuego a moderado. Cuando empiecen a espumar, quitamos la espuma con una espumadera que iremos sumergiendo en agua fría, para quitar todas las impurezas. Le añadimos el azafrán en hebra, un paquetín.
Cocemos lentamente y añadiendo agua fría a medida que se vayan secando (Es importante que el agua esté fría cada vez que se incorpora, ayuda a que la piel no se desprenda y quede más fina). Una vez que les fabes estén casi a punto de cocer, retiramos las verduras (ajos, pimiento y cebolla)Las trituramos con la batidora y las añadimos a les fabes. Ponemos el calabazón. En una sartén aparte, colocamos los dientes de ajo restantes, en frío,  bien picadinos y los dejamos hacerse. 
Hechos los ajos, añadimos el chorizo picadín, le damos unas vueltas, apagamos el fuego y le ponemos unas cucharadas de pimentón, yo le puse tres de café. Removemos y añadimos al conjunto de les fabes. Dejamos cocer unos 10 minutos, hasta que el calabazón esté tiernín. Comprobamos de sal y listo para servir bien calentín.

Y ya podemos saborear este rico pote, baratín y muy sabroso.

PAPES Y SOPES: UNA MIRADA AL AYER

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Mezclando leche caliente y a cucharada.
El maíz. Siempre el maíz, presente en todos los corredores de los hórreos de nuestra provincia. Fruto de la cosecha y esfuerzo de todas las familias y que saciaría el hambre de animales y personas durante el año. Mi tía siempre nos contaba que las riestras colgando decían un poco de los posibles de las casas de antaño. A mayor cantidad, mejor condición.
En grano,  para alimentar a gallinas y toda ave de pico, y en harina para las vacas y demás animales domésticos. Y sobre todo, para las personas. Comenzaban la mañana preparando con ésta les papes y con la boroña (pan de maíz) les sopes. Si no se tenía leche para acompañar, se arranchaban así, simplemente hervidas con agua. Con leche, mucho más apetecibles y si se podían acompañar con un poco de azúcar, lo mejor de todo.
Si al mediodía no había mucho para comer, se alargaban los potes con les sopes y un refritín de aceite y pimentón. A veces con un poco de ajo o tocino. Para fiestas, con un poco de chorizo o morcilla...
Crónicas de un pasado que aún se toca con la mano.
Aunque a nosotros ya  no nos tocó el marchar para la escuela con un platín de sopes o papes para calentar el estómago, nuestras tías abuelas nos las preparaban algunas veces. Personalmente por les papes no me daba mucho más, pero les sopes, con leche y azúcar, me encantaban. Y es el día de hoy que la sopa de leche dulce la preparo muy a menudo. A nuestro hermano pequeño siempre le gustaron mucho
Estas recetas, aunque no están de moda y posiblemente no se preparen, me parece que han de tener un sitio en nuestra memoria, para que los que vienen sepan de ellas.

Que vos presten.


Se tomaban de igual manera que les papes.
Un poema de A. G. Ovies

De `La hora de las gaviotas¨


                                -son cosas de la vida-
                                 -son cosas de la vida-.

                                   cada vez que naciera.

Para les papes, necesitamos

  • agua hirviendo en dos potas
  • harina de maíz
  • sal
  •  leche caliente y azúcar para acompañar
Elaboración

Ponemos el agua en las dos potas a hervir. En una de ellas ponemos la sal y a continuación harina de maíz. removemos con cuchara de madera, sin que deje de hervir y vamos poniendo más agua hirviendo, a medida que lo vaya pidiendo.
Hay que remover durante bastante tiempo. Al principio queda una especie de crema con bastantes grumos, pero después de casi una hora removiendo, queda brillante y sin grumos. 
Se ponen en tazas , se cubren de azúcar,
y se acompañan, cucharada a cucharada, con leche caliente. En ocasiones se le ponía un poco de manteca.
Para les sopes, necesitamos

  • boroña del día anterior
  • agua hirviendo
  • sal
  • azúcar y leche para acompañar
Elaboración

Poner a hervir agua y a continuación salar. En el momento en que hierva, añadir la boroña a trocinos, aproximadamente unos 150 gramos de boroña por cada litro de agua. Cocer hasta que espese.
Servir caliente.
Acompañar con leche también caliente. Ponerle también azúcar si se quiere.
O un refrito de aceite y pimentón. 

BIZCOCHO DE MAÍZ DE LA ABUELA, RECETA BRASILEÑA, DE JULITA

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Muy esponjoso y de un sabor muy suave.
Sigo con el maíz, pero esta vez no es una receta popular de nuestra tierra asturiana, viene de bastante más lejos, de la bonita geografía brasileña. Mi amiga Julita estuvo viviendo allí hace dos años y vino cargada de buenos recuerdos, vivencias estupendas y recetas. Y con la suerte de tener por vecina a una excelente cocinera de la que aprendió trucos y comidas muy interesantes. Una de ellas es este rico bizcocho de maíz. Suave y esponjoso a más no poder, es decir, que si os decidís a prepararlo no os defraudará. Eso si, una vez frío, hay que colocarlo lejos de la vista o correréis el riesgo de que desaparezca en poco tiempo.

Le agradezco enormemente a Julita la receta. Desde aquí le mando un abrazo.
Y un color amarillín, muy apetecible.
Un texto de A. G. Ovies


LIBROS

Gracias, libros: he tenido en mis manos hasta lo inalcanzable, lo que soñé a menudo, lo que la luz no ofrece ni la sombra te acerca. He pasado las páginas de lo que me dejó o perdí en el camino. He anotado los símbolos que nunca dije a nadie, he glosado las líneas que no compartiría jamás de los jamases. He pisado las calles fangosas de Macondo, he tocado a la Eneida, creyéndola mujer, he estado muchas noches a la épica sombra de la esperanza lóbrega de la firme Penélope. Gracias, libros, por las revelaciones y por las contingencias.

Por mis dedos cruzaron las golondrinas lóbregas que no han de regresar, las aguas de los ríos que van a dar al mar, inexorablemente; el canto de los pájaros que añoraba ya en vida, en su Moguer del alma, allá en el huerto claro, junto aquel pozo blanco, el autor de Platero; las aspas y gigantes del molino que muele la espiga de utopías. Sin vosotros yo nunca sería este humano breve que me siento.

¿Dónde existe más mundo, dentro o fuera de vosotros? ¿A lomos del día a día, lema y limo, o en lo que, desleídos, os leemos? ¿Qué es más verdad, la vida engañadora o las veraces sílabas que conforman los versos, las fábulas, las hermosas mentiras de vuestros mudos párrafos? ¿En qué lugar más humo, menos ascuas, en las favilas longevas de los plisados pliegos o en la instantánea chispa de esta existencia que casi no encendemos?

Libros, por encima de todo, gracias. Gracias por tanta tinta muerta, por tanta vida en tinta. Gracias por vuestros sentimientos y la ‘carnegrafía’. Sin conocer apenas, así es de superficial el hombre de la tierra, he conocido a fondo la claridad de Ítaca, los vinos sabrosísimos del suelo del Vesubio, el viento de Orihuela, la soledad de Gloria, los campos de Castilla. Y en algunas estrofas, acaso quedará el nombre de mi madre, grana bendita. (La Voz de Asturias, 25-04-09)


Así, sin más decoración ya está muy apetecible.

Necesitamos para el bizcocho

  • 4 huevos
  • 1 vaso de harina de maíz amarillo
  • 1 vaso de harina de trigo
  • 2 cucharadas soperas colmadas de coco
  • 2 cucharadas soperas colmadas de queso rallado
  • 2 vasos de azúcar
  • 1 vaso de leche
  • medio vaso de aceite de oliva
  • medio sobre de levadura
Elaboración
Para mezclar utilicé la batidora, pero se puede mezclar a mano perfectamente. Ponemos los huevos, la leche y el azúcar, mezclamos. Añadimos las dos harinas tamizadas con la levadura. mezclamos bien.
Ponemos el aceite, el coco y el queso, volvemos a mezclar muy bien.  Queda una masa bastante líquida, por eso forré el molde con papel de horno, por abajo y alrededor. Ponemos la masa en el molde (utilicé uno de 24 centímetros de diámetro, de los desmontables).
Cocemos en horno precalentado a 160º. Primero lo puse con aire y solamente por abajo media hora y por arriba y abajo, otros 15 minutos. Dejamos dentro del horno, con la puerta abierta unos minutos más y lo colocamos sobre rejilla. Una vez templado, desmoldamos, quitamos con cuidado el papel y colocamos sobre rejilla hasta que se enfríe del todo.
Quitamos la base del molde, y cubrimos con azúcar glas (opcional, Julita no se lo pone)
Queda bastante alto y muy esponjoso.
Lo podemos apreciar en el corte. 
Que vos preste.


GALLETAS SENCILLAS DE ELVIRA

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Mi amiga Elvira sabe lo que me gustan todas las recetas tradicionales que llegan a  mis manos y siempre me está regalando alguna. Hace unos días me llamó para darme unas cuantas que ya publicaré poco a poco. Hoy os dejo estas galletas, muy fáciles y rápidas de hacer y que, de seguro, os encantarán. Al menos en casa prestaron mucho, de hecho, a los dos días ya no quedaba ni sombra de ellas.

Gracias, Elvirina, todas las recetas que me facilitas siempre me salen muy bien. Besinos.

19 DE OCTUBRE, DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER DE MAMA





En memoria de familiares y amigos que perdieron su batalla contra el cáncer y para todos los que siguen luchando por ganarla. 

Ojalá se encuentre remedio pronto.


https://www.aecc.es 




Este mensaje pertenece al blog http://enrocalacuina.blogspot.com/ 
Deseo que te guste, besitos, Susanna

Hoy es  el día mundial del cáncer de mama. Desde aquí quiero animar a todas la mujeres que luchan contra esta enfermedad con coraje, les mando un mensaje de esperanza, seguro que se va a ganar la batalla y podremos algún día brindar por su erradicación. Va por vosotras, luchadoras, os lo merecéis. Os dejo el mensaje de mi amiga Susanna , dulce Susanna, tan dulce como las golosinas que prepara. Os recomiendo que paséis por su blog


Mi vela permanecerá siempre encendida amigas.

 Os dejo un guiño de ánimo deA. G. Ovies


Para mi tía Chon, d.e.p.

Tuve un sueño
en que mis ojos
eran hojas diminutas
de un árbol
muy diminuto.
Y al despertar
lloré tanto,
que cuando caían
mis lágrimas
por la realidad abajo,
el árbol cargó
de frutos:
cerezas ilusionadas
y albaricoques futuros.





Para las galletas sencillas, necesitamos (unas 90)

  • 1 terrina de margarina de 250 gramos
  • 1 terrina (medido por el envase de la margarina) de aceite de girasol
  • 1 terrina y media de azúcar ( medido por el envase de la margarina)
  • 2 huevos
  • 1 kilo de harina
  • 1 paquete de levadura tipo Royal
  • ralladura de una naranja ecológica (la receta no la lleva)
  • azúcar para espolvorear
Elaboración
Tamizamos la harina, el kilo, con la levadura. Estas galletas siempre llevan el kilo de harina. Hacemos un volcán y vamos poniendo en el centro la margarina, el aceite,el azúcar,
los huevos y la ralladura de la naranja. Se amasa todo bien.
Se estira la mitad de la masa y se deja de un grosor de medio centímetro abundante.La masa queda un poco pegajosa, os aconsejo estirar de una vez, dando pequeños golpinos con el rodillo. Con un vaso de tubo se van haciendo las galletas. Se colocan sobre papel de horno. (Me tenéis que disculpar, en la primera hornada se me terminó la batería y no pude sacar las fotos, por eso está el papel un poco quemado). Se pintan con agua  fría.
Y se espolvorean con azúcar. Se cuecen en horno precalentado , a 160 º,  primero con calor por abajo unos 10 minutos, luego arriba y abajo hasta que tengan un color un poco tostado. No cocer demasiado. Dejar enfriar sobre rejilla.
Y nuestras galletas estarán para comer y no parar.
Quedan crujientes y muy ricas.
Buen provecho.

COCIDO DE GARBANZOS

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Receta de siempre.
Todos los domingos, cocido de garbanzos. Nuestra madre nos los preparaba desde que empezaba septiembre y se repetía hasta que los calores hacían acto de presencia. Entonces, todos los domingos, arroz con conejo o pollo. Salvo en alguna fecha señalada, como bien dice el poema. Y bien que nos prestaban. Aquella sopina calentina, con el caldo de la cocción y los `menudos´, de primero, y los garbanzos con el compango detrás, para rematar con la tarta de manzana o galleta... Benditos días, compartiendo mesa y tertulia después de la misa...

Nuestra madre siempre preparó este cocido así, resulta muy bueno y los garbanzos muy tiernos, con la piel blandina.  Con agua fría, así lo hacían en casa de mis abuelos, decía que el caldo quedaba más rico. Desde que le regalamos la olla a presión, los cocinaba en ella y en los últimos años, en la rápida. La receta de hoy la preparé en ésta última. A ver qué os parece.

A mis hermanos les gusta hacer un bocadillo con el trozo de chorizo.

Un poema de A. G. Ovies


banuguesllumeres.jpg
                                                                              (AGO.  Bañugues. Llumeres desde los Abanales. 01-08-10)

                               Cuando lloraba, entonces


                               yo le decía:


                               no llores,


                                               mira,


                                                               ¿ves?,


                               por ti va y viene el mar


                               con olas a la tierra.


                               Tú lloras porque no la alcanzas


                               y ella porque no te llega.



Sirvo con las zanahorias, el resto de verduras, las trituro bien y las añado a la sopa del cocido.
Para el cocido, necesitamos
  • medio kilo de garbanzos de buena calidad
  • un trozo de pecho de ternera
  • un trozo de chamón de ternera
  • un trozo de tocino fresco
  • un trozo de gallina
  • un chorizo
  • un hueso de rodilla
  • cuatro patatas medianas
  • un puerro
  • cuatro zanahorias
  • una cebolla
  • un manojo de perejil
  • un paquete de azafrán en hebra
  • sal
Elaboración

Pelamos las patatas y las cortamos en cuartos. Pelamos las zanahorias y la cebolla. Limpiamos bien el puerro, abriéndolo de arriba abajo hasta la parte blanca, para eliminar posible arena bajo el chorro de agua del grifo. Lavamos bien el manojo de perejil. 
La noche anterior a la preparación, dejamos los garbanzos a remojo, con agua más que abundante. Los escurrimos bien y los lavamos bajo el grifo. Nos fijaremos en que no haya ninguno negro, de ser así, lo desechamos. Los colocamos en la olla rápida, ponemos las patatas peladas y cortadas en cuartos y sobre ellas el compango de carnes. Llenamos con agua fría, de manera que cubra bien el conjunto. Ponemos a hervir.
Cuando empiece el hervor, se cubrirá de una espuma espesa, la retiramos con una espumadera que sumergiremos repetidas veces en un bol con agua fría y abundante. Una vez retirada la espuma, colocamos las verduras, el azafrán y salamos. Cerramos la olla y programamos 30 minutos  en la posición más alta. Cuando la válvula esté arriba, empieza a contar el tiempo. Una vez transcurrido, esperamos a que baje, para abrir la olla, sin forzar el enfriado. Separamos las verduras y el compango.
Y servimos. Podemos poner el compango en una fuente, troceado, o repartirlo en los platos. Con el caldo, se puede preparar una sopa muy rica, la suelo hacer con fideos finos, trocinos de zanahoria y carne, para poner al servir un poco de perejil  y huevo cocido picado.

(Los domingos suelo hacer el pan, lo comimos cuando estaba un poco caliente todavía y en compañía de una buena amiga. Nos prestó mucho, gracias por compartir nuestra mesa).
Buen provecho.

ROSQUILLAS DE COCO DE LA TÍA SOLEDAD

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Originales y deliciosas.
En el dietario de la tía Soledad encuentro algunas recetas sorprendentes. Una de ellas es la de estas rosquillas. La manera de elaborarlas es bien diferente a la tradicional. El resultado: deliciosas. Hace unos días vino nuestro primo Abel y merendó con nosotros. Cuando las puse en la mesa me dijo que el coco no le iba mucho. Le pedí que las probase y no sólo las probó, repitió y varias veces. Quedan ricas, nada empalagosas a pesar de que lo pueda parecer. Cuando mordisqueé la primera, me vinieron a la memoria las rosquillinas blancas de las romerías.
Crujientes por dentro y suaves a la vez.

A ver si os gustan.


De A. G. Ovies
Peñes

(AGO. Cabu Peñes. Agosto de 2010)

Ye too norte. Ye’l norte en puntu. Per au albancia la claridá. Onde la tierra se desvanez y la lluz güel a ocle y sal. Ye fin, principiu. Ye’l cabu’l mundu, l’entamu l’agua. Ye superficie y profundidá. Castru y Gaviera onde les foles cueyen relevu y el nordés xunce les sos dos ales y echa a volar. Ye onde la rosa los vientos brama. Onde la nueche ta siempre encesa y la borrina suel madrugar. Per au traxinen toles vapores, ye per au borien tolos pesqueros y per au pasen dalgunos barcos que yá más nunca vuelven pasar.


Ta ente Verdicio y l'horizonte, camín de Viodo, diendo al Ferreru, cerca Coneo, xunto a Tezán. Au les gaviotes faen los ñeros, onde La Erbosa quedó a suañar. Dende au s’avista la vida entera como un abismu que da a l’océanu, una estayina que va a la mar. Ta ente’l cielu y precipicios, penriba’l Ferre, de Solarriba poco p’allá. Después de Lluanco, frente a Bañugues, per u se crucia pa nengún sitiu, per u se vira pal enxamás. Mui a la vera la llontanza, ta en dirección a la eternidá.


Para 18 rosquillas, necesitamos:

  • 2 cucharadas de azúcar
  • 2 huevos
  • 2 cucharadas de aceite
  • raspadura de 1 limón
  • canela al gusto (una cucharadina de las del café)
  • 50 gramos de coco
  • 250 gramos de harina 
  • 100 gramos de coco, para rebozarlas
Para el almíbar,
  • 200 gramos de agua
  • 100 gramos de azúcar

Batimos los huevos con el azúcar y el aceite hasta que quede espumoso, incorporamos el rallo de limón, la canela y el coco. Mezclamos bien y vamos añadiendo harina poco a poco hasta que nos quede una masa  más bien blandina.

Vamos formando las rosquillas, cogemos porciones de la masa del tamaño de una nuez, boleamos y le hacemos un agujero en el centro con los dedos. Hacemos una rueda.

Ponemos agua en una pota amplia y  la calentamos hasta que hierva. Sumergimos las rosquillas, bajarán al fondo,  y dejamos hasta que suban a la superficie. 

Las vamos colocando sobre papel de cocina, para eliminar el agua. Con un cuchillo bien afilado, le damos un corte alrededor, poco profundo. Calentamos en un cazo aceite y cuando esté caliente, pero a fuego medio, freímos las rosquillas, de pocas en pocas para no enfriar mucho el aceite. 

Las vamos poniendo sobre papel de cocina. Esperamos a que se enfríen. Hacemos el almíbar, mezclando el agua con el azúcar y cuando se reduzca la mitad, apartamos del fuego. Esperamos a que se temple, unos minutos, y calamos bien las rosquillas, sumergiéndolas en el almíbar.

Las vamos colocando en una rejilla. Y seguidamente las rebozamos en coco.

¡¡¡¡Y ya las podemos merendar!!!!
Guardadas en una lata hermética, se conservan unos cuantos días.
 
 
¡A por ellas y que os salgan exquisitas!

HUESINOS DE SANTO

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Ideales para mojar en chocolate
Ya están aquí estas fechas tan tristes. Al menos a mí así me lo parecen. Sé que a las personas que ya están en su estrella las añoramos todos los días del año, pero estos días me llevan a extrañarlas aún más... Cementerios cargados de flores, sepulturas pintadas, limpias, y personas rindiendo homenaje a sus seres queridos ocupan las horas de este empezar de noviembre. Nuestra tía nos contaba lo que hacían antaño: se pasaban la noche alumbrando a los suyos, turnándose con el farol y los rezos. Miles de oraciones recitadas con fe para honrar su memoria.

Las reuniones familiares venían a la par. La casa se llenaba de parientes, hermanos, primos y amigos para compartir un chocolate caliente. Y mamá nos preparaba estos huesinos. Una fuente bien llena, para no quedarse escasa. Con bien pocos ingredientes, con los que solía haber en todas las casas. La receta, de su libro único de cocina, del que le regalaron cuando se casó: Cocina selecta de Carmen.
Hoy la comparto con vosotros.
Cocina Selecta, Carmen, quinta edición, Oviedo 1959


De A. G. Ovies
LUZ OVIES QUIRÓS, RESPONSO

l

(L.O.Q. 1960)

Que estés en el cielo mejor que en la tierra, 

rodeada de luz y jardines amplios 

y un balcón de nubes desde donde puedas asomarte y 

vernos.

 Ojalá así sea. 


Que sigas soñando, si soñáis los muertos,

 con que llegue el día de que estemos juntos,

 como tú decías, muy tarde, muy tarde,

 pero para siempre, para nunca más ser ya separados. 

Ojalá así sea. 


Y que mientras tanto, mientras nos esperas,

 seas silbo o hálito o pétalo mismo,

 halles la salud que no disfrutaste.

Ojalá así sea.


Que estés donde estés,

 con todo lo tuyo, cenizas o huesos,

 o halo de alma,

 sientas el descanso y la paz eterna.

 Y encuentres espacios 

en los que te inunden briznas de ternura,

 ráfagas de amor, bálsamo de hijos.

 Ojalá así sea.


 Que todo conozca, 

sea fuego o aire, ilusión o atmósfera,

 tu benevolencia 

y ocupes el ángulo que me señalabas en noches oscuras:

 "mira, mira aquella estrella". 

Cuántas veces salgo a la noche oscura,

 cuántas noches miro su oscura presencia, 

cuántas días percibo un fulgor distinto. 

Y es porque te siento,

 porque me titilas desde el firmamento.

 Eso es lo que creo y lo que me sustenta. 

Ojalá así sea.


Que hayas abrazado,

 seas lo que seas,

 esencia de humo, fracción de paisaje,

 a todos los tuyos que se fueron antes,

 a tu tierna madre, a tu padre joven,

 a tu hermano único, a tus tías guardianas.

 Ojalá así sea.


 Y que hayáis hablado,

 seáis soplo o lluvia o danza muy leve

 de la grácil nieve,

 del porvenir todo que no fue posible, 

de todas las décadas que quedaron huérfanas.

 Y que estéis unidos,

 seáis frío o éter

, y no conozcáis zonas infelices.

 Y observéis las vigas de la casa antigua,

 apoyando olvidos y nombres ausentes.

 Ojalá así sea.


Ojalá así sea, Luz de mi camino,

 y no haya en tu entorno más que cielo limpio, 

superficie blanda, infinitud frágil donde te permitan,

 seas lo que fueres, rocío o neblina,

 seguir cultivando tu corazón manso,

 tus setos de hortensias.

 Coger los pomelos que ya estén maduros. 

Podar los rosales que dejaste a medias.

 Ojalá así sea.


Por aquí las cosas no han cambiado a penas, 

y la vida sigue más vacía sin ti.

 Bueno, han crecido un poco el magnolio, el tejo,

 y están muy altas todas las camelias.

 Lo sabes. 

Sospecho que bajas, riegas los recuerdos y nos merodeas.

 Ojalá así sea.


(La Nueva España, 27 de octubre de 2010)

Salen unos 24.

Para los huesinos, necesitamos
  • 2 cucharadas de aceite
  • 1 cucharada de anís
  • 2 huevos
  • 200 gramos de azúcar
  • 350 gramos de harina
  • media cucharadina de café de levadura tipo Royal
  • azúcar glas para decorar
Elaboración
Mezclamos el aceite con el anís. Añadimos los huevos batidos con el azúcar. Le vamos poniendo la harina con la levadura incorporada y amasamos.

Hasta formar una masa que no se pegue a los dedos. Puede necesitar más harina, depende del tamaño de los huevos. Porcionamos en bolinas del tamaño de una nuez. Formamos unos rulos de unos 5 centímetros de largo y del grosor de un dedo y les damos un corte de un centímetro en los extremos.
Freímos en aceite a temperatura media, para que se hagan bien por dentro. Los vamos colocando sobre papel de cocina y una vez fríos, los cubrimos con azúcar glas.


Servimos, se comen de tres en tres, jeje.
Quedan crujientes por afuera y abizcochados en el interior.

Feliz puente y que vos aproveche.


TARTA DE LICHIS

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Hace más de un mes que preparé esta tarta, de la que os mostré una foto. La hice con lichis, en conserva, pero la fruta se puede cambiar por melocotones, peras, cerezas... cualquiera en almíbar. Queda muy suave y llambiona, mejor de un día para otro y bien fría. Es muy facilina y resultona. A ver qué os parece.

Un beso a las amigas que la compartieron con nosotros, Pila, Flor, Lita, Alba, Virtudes y Mari,  pasamos una tarde muy agradable y se nos fueron las horas volando. Tenemos que repetir.

Os dejo un poema de A. G. Ovies




Nubes de noviembre

(AGO. Nubes de noviembre. 2011)


Quién sabe

si el pecado se hará

más comerciable,

si será necesario

respirar de otra forma,

por ejemplo,

imitando la longitud del río.


Si habrá que descalzarse

para entrar en los bosques

y pisar como pisan los muertos

más antiguos

después de levantarse.


Quién sabe si los muertos

están despiertos siempre

leyéndose las manos

y las estrellas son

su pulso que nos mira.


Si otro tacto

más dócil

sentirá los objetos

que ahora me pertenecen

y quitará la nieve

del alero

con estos mismos brazos

alguna madrugada.

Para la tarta, necesitamos

  • 1 base de hojaldre
  • 1 bote grande de lichis en conserva, o la fruta que más os guste
  • rallo de una naranja ecológica
  • 4 huevos
  • 100 gramos de azúcar
  • 100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
  • 150 gramos de almendra molida
  • 50 gramos de maicena
  • una cucharadina de café de levadura tipo Royal
  • 120 gramos de chocolate blanco
  • unas cucharadas de gelatina de manzana
  • crema pastelera de chocolate 
Elaboración

Preparamos la crema pastelera ( ver aquí). La dejamos enfriar.

Calentamos el horno a 180º.

 Colocamos la base de hojaldre en el molde y recortamos al borde del mismo. Pinchamos la base repetidas veces con un tenedor. Lo ponemos unos minutos en el congelador. Mientras tanto preparamos el relleno. Trituramos los lichis, bien escurridos, con la piel de la naranja rallada, los huevos,

el azúcar y la mantequilla. Mezclamos la almendra con la maicena y la levadura,  lo incorporamos al conjunto, mezclamos suavemente. Añadimos el chocolate, le puse perlitas, pero si no es así, lo rallamos o cortamos en trocinos pequeños. Mezclamos bien.

Sacamos el molde del congelador y ponemos el relleno sobre la base de hojaldre. Seguidamente, ponemos a cocer , primero con calor por abajo unos veinte minutos y luego calor arriba y abajo otros 10. El tiempo es orientativo. Dejamos enfriar sobre rejilla. Una vez fría, retiramos el molde y pincelamos con la gelatina de manzana caliente. Así la crema pastelera no se deslizará de la superficie de la tarta. Colocamos la crema pastelera en una manga con boquilla rizada y decoramos a nuestro gusto. 
Aquí se aprecia  la decoración.
Y aquí el corte. 

Que vos preste.

BOLLINES DE CALABAZÓN DE LOLA EL ZAMARRU, MADRINA

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Para mis primas, sangre de mi sangre, un pequeño homenaje a Llolla.
Ayer visitando a María para contestar a uno de los muchos comentarios cariñosos que me deja, me llevé una grata sorpresa. Tenía publicados unos dulces muy parecidos a les bollines de calabazón que tanto se hacen en nuestro concejo y en muchos otros rincones de nuestra pequeña región. Ella las llama torticas de calabaza. Me es muy grato ver todas estas recetas, tan tradicionales, que unen y que se hacían muy similares en todas las provincias. Gracias, María, por tus historias, por tu manera de narrar las vivencias, por el cariño que pones en todo lo que haces. Gracias, mi amiga de Murcia.
En el anterior puente de difuntos también las preparé para compartirlas con mis familiares y a mis primas Bele y May y a M. y A. les prestaron mucho, se acordaban de su güelina, mi madrina Lola. Siempre que tenía calabazas, hacía estos fritos para, cuando llegaran de la escuela, tenerles un buen tazón de chocolate calentín en la mesa, donde remojarlos. Nos reímos un buen rato hablando de ella. Persona menudina (zamarrina, jeje) y símpatica a más no poder. Siempre la recordaré contando aquellas historias de tiempos pasados en las que se implicaba y narraba hasta el más mínimo detalle. Tanto a ella como a su hermano Manuel les gustaba mucho contar cuentos e historietas para disfrute de todo el que llegaba a su casa o a quienes ellos visitaban. Vivencias e invecciones, al igual que lecturas del pasado y películas de cine... Me parece que la estoy viendo a los pies de mi cama cuando estaba convaleciente, venía y cada tarde me regalaba sus recuerdos y su interpretación de la novela que más le había gustado: El conde deMontecristo. Prodigiosa memoria para recordar tantos nombres propios, de lugares y de personas.
En sus últimos días, cuando apenas podía hablar, la visitamos y le pregunté que si no tenía algo que contar. Me contestó que desde allí no podía escuchar al cuco cantar, a continuación dijo: 
cuquillín del rey,
paliquín d´escoba,
¿cuántos años falten para la mio boda...?
 
Y fueron las últimas palabras que le escuché. Gracias, madrina, ya ves: no querías amadrinarme porque decías que ya eras la madrina de mamá y que eras muy `vieya´, y mira cuántos años disfrutamos juntas... Desde tu estrella espero que veas estés bollines que preparamos acordándonos de ti y que todos nos alumbréis con vuestra Luz.

Les bollines de hoy son bastante similares a las que ya tengo publicadas del año pasado (pinchar aquí), me ajusté un poco a las medidas que me dijeron mis primas, para hacerlas lo más parecido a las de mi madrina.
Lola y Manuel del Zamarru, principios del siglo pasado.


Un poema de A. A. G. Ovies


Desahucio

(AGO. ¿Cómo me verán? Abril de 2012)


Mi tristeza no cabe en este espacio.

Hoy mi mejor estancia es estar solo.

Hoy no entiendo a los hombres.




No siento nada.




En papel de estraza, así se ponían  las frituras. Sabios 
que eran nuestros antepasados.



Para les bollines, necesitamos
  • 400 gramos de calabazón cocido y bien escurrido
  • 3 huevos
  • 100 gramos de azúcar
  • 50 gramos de leche (mi madrina, a cucharadas)
  • 50 gramos de anís
  • una cucharadina de canela
  • 450 gramos de harina
  • dos cucharadinas apiladas de bicarbonato
  • un poco de sal
  • aceite para freír
  • azúcar para espolvorear


El cestín, fruto de las manos de los jóvenes del centro 
ocupacional 
de Candás¡¡¡Artistas!!!





En un recipiente vamos poniendo, el calabazón, los huevos,
 el azúcar, la leche y el anís.
Removemos bien con cuchara de palo y le ponemos la harina,
 el bicarbonato y la sal, mezclado.
 Removemos, mezclando bien, aunque quede algún trocín
 de calabaza, no importa. 
Freímos a cucharadas en aceite caliente, lo suficiente
 para que se frían, 
pero que no esté demasiado, se quemarían por afuera
 y por dentro no se harían.
( Yo voy cogiendo masa con una cuchara grande
 en la mano izquierda 
y con otra de postre, empujo hacía el aceite.
 Siempre frío en un cazo con abundante aceite,
 para que las bollinas floten.
 Así, dan la vuelta sin ayuda y se fríen por un igual.)
Las vamos poniendo sobre papel de cocina para que recoja el aceite.

Les ponemos azúcar por arriba, al gusto. También les podemos
 poner un toque de canela.

 Las podemos comer templadas, están muy ricas, o esperar
 a que se enfríen.

Espero que vos gusten, feliz fin de semana.

FÁCIL: BOROÑINES DULCES DE MAÍZ Y MANTEQUILLA (GALLETAS) y agradeciendo premios

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Ricas, baratinas y muy fáciles.
Ya veis, estas últimas publicaciones van de dulce, jeje. Hoy os dejo unas galletas de maíz que quedan igual que boroñinas y están muy ricas. La receta me la dio mi prima María Jesús. Hace unas semanas las preparó para la merienda y nos prestaron mucho. La receta la sacó de la bolsa en la que venía la harina. Merecen la pena, se hacen muy rápido y están deliciosas. Eso sí, tiene que gustar el sabor de la harina de maíz, no lleva ninguna mezcla de harina de trigo, por lo que predomina bastante su sabor. María Jesús las pintó con huevo batido antes de hornear, en este caso no lo hice y quedan más apagadas de color. También comentó mi prima que las repitió con manteca cocida y que el sabor era aún más rico. Lo dejo a vuestra disposición, para que las preparéis como más os gusten. Os diré que mi prima es una repostera estupenda, le encanta preparar dulces y pasteles. Seguro que me regalará más recetas ricas, je. Me prestó mucho compartir con ella y las demás compañeras las boroñinas. Gracias, María Jesús.

Con huevo por arriba, antes de hornear.

Os dejo un poema de A. G. Ovies

Tardes de septiembre

(AGO. Cae la tarde. 2011)

           La belleza




            se apaga


            como en septiembre

                         las alargadas tardes

                                             del verano.







Sin huevo antes de hornear.

Para las boroñinas dulces, necesitamos


  • 250 gramos de mantequilla a punto pomada
  • 200 gramos de azúcar glas
  • 1 huevo
  • 450 gramos de harina de maíz amarillo
  • huevo para decorar (opcional, no se lo puse)
Elaboración
Mezclamos bien la mantequilla al punto de pomada con el azúcar glas. (Ya sabéis, la mantequilla tiene que estar fuera de la nevera unas cuantas horas y cerca de una fuente de calor, pero sin ponerla al fuego. Yo la suelo poner en un plato sobre un vaso con agua caliente.) Bien mezclado, añadimos el huevo sin batir y poco a poco lo integramos al conjunto. Vamos añadiendo la harina y mezclando.

Amasamos ligeramente, enseguida conseguimos una masa un poco pegajosa. Hacemos bolinas del tamaño de una nuez grande y las colocamos sobre papel de horno.

Cocemos en horno precalentado a 200º, con aire, por arriba y abajo, colocada la bandeja en el centro, unos 20 minutos. Enfriamos en rejilla.
Y a disfrutar de nuestras boroñinas dulces. ¡¡¡Vuelan!!!
Mi prima las pintó con huevo y le quedaron de este bonito color. Os muestro el corte, están muy ricas.
Bien cerradas, en una lata, se conservan más de una semana. Las guardé en unas latinas muy viejas, de los años 60, de un conocido cacao, ¿os acordáis de ellas?
 Que vos presten

Quiero agradecer a los siguientes blogs que se acordasen de mí al repartir sus bonitos premios:
A Carmina del blog Carmina en la cocina, una artista ideando tartas coloridas y ricas. Le quedan , entre otras muchas otras recetas ricas, originales y muy atractivas a los ojos de los niños. Gracias por incluirme al repartirlo. Cualquier día te pido que diseñes para mí un pastel original, jeje.
De  Carmina

A Katy del blog Para hincar el diente, blog en el que encontrareis muchísimas recetas, y además por orden alfabético, perfectamente organizado por tipos de alimentos y preparación. Katy se pasó parte del verano trabajando en ello, para facilitarnos la tarea cuando queremos encontrar alguna comidina rica de las que hace. Tengo en mi lista un par de frituras que me apetece hacer desde hace casi un año y por falta de tiempo aún no me puse a ello, pero caerán Katy, seguro, amiga.
De Katy.
A Belén, del blog Be cocina en el payar de Xuan, una asturianina como yo, que nos regala todas sus recetas, platos tradicionales y otros de su mano, pero a cual más rico. Con su cocina cercana nos invita casi a diario a su mesa sabrosa y sana. Además ya quedó campeona en su pueblo con una rica y original tarta. Bueno, podría quedar con muchísimas de las que tiene publicadas.
De Be.
Muchas gracias de nuevo a todas. Supongo que conocéis sus cocinas, así que sobran más palabras. Las tres son unas excelentes cocineras.

FÁCIL: DULCE DE MANZANA Y DULCE DE MEMBRILLO QUE NO SALPICAN

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Un dulce estupendo con el mínimo esfuerzo. Ni se pega, ni salpica, ni casi lo tienes que remover.
Hace unos días, Loly del blog O garfelo, publicaba la receta de un dulce de membrillo estupendo que se hace muy parecido al que suelo preparar de manzana. Con membrillo desconocía que se pudiera hacer y gracias a Loly, ya tenemos la manera facilina de cocinarlo sin las molestas salpicaduras. Por eso le doy mil gracias a esta asturianina, que vive en Galicia, pero que no olvida su tierra . Así es que nos deleita con recetas riquísimas, galeguinas y de nuestra región. Supongo que ya la conoceréis y para los que no, mi consejo de que paséis a visitarla. Le encanta recuperar recetas tradicionales y la animo a que lo siga haciendo. Me presta muchísimo encontrarlas publicadas.

Mi guerra particular con el dulce de manzana, principalmente, viene ya de muchos años atrás. Nuestra madre nos lo preparaba. Siempre recordaré la cocina llena de periódicos por el suelo, para no resbalar, de lo que salpicaba. Además teníamos que tener cuidado, de repente llegaba hasta los brazos o la cara de alguno de nosotros, y !uf! Después venía otra tarea, triturarlo en caliente con el pasapurés... Menuda pereza, se apelotonaba y costaba un montón girar la manivela del dichoso aparatín.
 
Años más tarde, cuando vivía en Ponga, Pepina lo hacía en la olla a presión, con piel, muy rico y también muy rápido. Pero tenía una pega: era preciso tener olla de las de tiempos atrás, de las de aluminio, intentamos hacerla en la nuestra, de acero inoxidable, y el resultado fue un pegotón quemado que tardamos días en quitar del fondo de la misma... Así qué, pensar en preparar dulce de manzana, era una pesadilla.

Hasta que mi prima Nori nos dio la receta mágica:¡¡¡ NI SE PEGA, NI SALPICA, NI PRECISA PASAPURÉS, NI CASI LO TIENES QUE REMOVER!!! Fantástico, apenas te lleva tiempo, y queda un dulce de primera. Con las manzanas asturianas, el color es precioso, aunque con cualquier calidad de manzana sale muy rico. 

Os dejo la receta, valorad el mínimo esfuerzo con el que se hace y, venga, a preparar cualquiera de ellos. Os gustarán.

La receta del dulce de manzana ya está publicada aquí, pero hoy os dejo el paso a paso, varias amigas me pidieron que lo pusiera.

Como hace unos días mis amigos Antonio y Anun me regalaron unos kilos de membrillos y Amparo y Basilio, también tuvieron la gentileza de hacerme llegar unos cuantos, preparé también con esta rica fruta, basándome en la publicada por Loly.  Desde aquí te mando muchos besinos, `hermana gemela´, jeje. Y a mis amiguinos lo mismo, no sin antes confesaros lo mucho que me prestó vuestro regalo, estaban estupendos.

Un poema de A. G. Ovies

Antes de salir

Posted by aureliog under General

armario-de-cocina-de-formica.JPG 

 Que no te apetezcan las galletas.

No pidas ninguna cosa.”

En casi todos los armarios

había el mismo casi

                                     nada.

No sé si el envoltorio o la ambición

pero lo ajeno llamaba siempre

más que lo de casa.


Para el dulce de manzana, necesitamos (sale un molde de kilo y medio).


  • 1 kilo y medio de manzana pelada , limpia y cortada en trocinos como para tortilla
  • 1 kilo de azúcar
  • el zumo de 3 limones
Elaboración
Pelamos y cortamos las manzanas en trocinos pequeños, como para tortilla. Los ponemos en una pota alta, yo utilizo la olla a presión. Cubrimos con el kilo de azúcar y regamos con el zumo de los limones. Tapamos y dejamos en un lugar fresco toda  la noche.

Al día siguiente, ponemos a fuego suave, cuanto más suave mejor y esperamos a que hierva el conjunto. Dejamos que siga hirviendo suavemente durante UNA HORA, MUY IMPORTANTE. Removemos de vez en cuando.

Transcurrido el tiempo, trituramos en la misma pota con la batidora.
Y colocamos en envases que soporten bien el calor.


Para el dulce de membrillo, necesitamos (sale un poco menos que de manzana)


  • 1 kilo y medio de membrillos limpios, pelados y cortados en trocinos como para tortilla
  • 750 gramos de azúcar
  • el zumo de 2 limones ( Loly no se lo pone)
Elaboración, en su blog, Loly lo explica muy bien, (pinchar aquí) yo lo deje cocer hasta que me empezó a ofrecer resistencia al remover, unos tres cuartos de hora,  quedó fantástico.



Quedan con un aspecto fenomenal.

El corte de los dos dulces, ¿os apetecen? ¡¡¡A por ellos!!!
¡¡¡¡A disfrutar!!!!

RABÓN

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Varias propuestas de rabón. En cada casa se hace a su manera.
Siguiendo con los platos de nuestros abuelos, que no dejan de ser  los nuestros, hoy publico el rabón. Seguramente a los más jóvenes no les suene de nada, pero somos muchos los que crecimos con esta especie de papilla. Nuestra madre nos lo preparaba y lo alternaba con los biberones, cuando éramos bebés. Con más edad, para las cenas, con una yema revuelta. A nuestra tía le prestaba y de vez en cuando se lo preparaba para ella, bien espeso y le añadía azúcar y leche. Lo solíamos hacer cuando nos regalaban leche, sobre todo si era de una vaca recién parida. Y cuando alguien estaba enfermo y con poco apetito, un plato de rabón caliente, para que sentara bien y alimentara. Me consta que en muchos hogares aún lo siguen preparando. A mí me encanta, de cualquier manera. Hace unos días, comentando con mis vecinas Mariló y Ana Mari cómo se hacía en su casa, me dijeron que, en ocasiones, tostaban primero la harina y así quedaba con un colorín dorado muy apetecible y de sabor más rico. Unas veces con maicena, otras con harina corriente, con azúcar, en salado... Es un plato socorrido y muy valorado, entonces, cuando los recursos eran pocos.
Bueno, os dejo varias versiones. Las cantidades de los ingredientes son orientativas, depende de los gustos, haciéndolo así queda una mezcla entre crema y papilla.

Quemado.

Un poema de A. G. Ovies


Un día más

Posted by aureliog under General
tardenieve.jpg
                                                                                                                 (AGO. Principios de invierno. 2010)

La cocina prendida. El viento

en la ventana. La luz

a media fase.

Los calderos con agua. Madre fríe

patatas, con miedo a que tronara.

El armario, las puertas con los

cromos. La mesa. El bidón

de la leche, el bote con la nata.

La caldera que hierve, las zapatillas dentro

de la hornilla, por si padre llegaba.

                         

La noche. El calendario. Un

tendal con la ropa encima

de la chapa. Las paredes

chorreando. Y el tiempo: aquel

olor a humo y a vida requemada.



Con harina tostada. Se las dedico a mi amiga Mariló, con cariño, desde su pueblo.

Con harina tostada

Necesitamos

  • dos cucharadas colmadas de harina
  • 350 ml de leche
  • una pìzca de sal
  • miel y azúcar para acompañar (opcional)

Elaboración
Ponemos la harina en una sartén amplia a fuego medio y dejamos que se tueste. La dejo hasta que empieza a oler como a fruto seco. Le  damos vueltas constantemente para que no se queme. La dejamos enfriar y la tamizamos.
Ponemos la leche a hervir, menos un par de cucharadas. En una taza, mezclamos la harina con las dos cucharadas de leche reservadas. Añadimos la sal. Mezclamos bien para que la harina no quede con grumos. Cuando la leche hierva, ponemos poco a poco sobre la mezcla de la taza, hasta terminarla. Removemos.
Volvemos a colocar la mezcla en el cazo y ponemos al fuego, dejándolo hasta que hierva y sin dejar de remover.

Ponemos en cazuela de barro o el plato que queramos para servir.
Se puede tomar así, o añadiendo azúcar o miel.
Queda rico, la harina tostada le da un gusto especial.

Con maicena

Necesitamos

  • dos cucharadas rasas de maicena
  • 400 ml de leche entera
  • un pellizco de sal
  • azúcar, miel, para acompañar (optativo)

Con maicena.

Elaboración
En un cazo, ponemos la maicena, la sal y un chorro de leche. Batimos bien para eliminar los posibles grumos. Añadimos el resto de la leche, la sal, y ponemos al fuego sin dejar de remover, hasta que hierva unos 5- 8 minutos.
Servimos acompañado de la miel o el azúcar. También se toma sin nada, 
Muy cremoso.

Requemado

Necesitamos

  • 2 cucharadas colmadas de harina
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 400 ml de leche
  • la piel de medio limón
  • una rama de canela
  • azúcar para decorar
  • una pizca de sal


Quemado.

Elaboración
En un cazo ponemos a hervir, despacio, la leche con la piel del limón y la canela. En otro cazo, colocamos un chorrín de leche fría, la harina y el azúcar, mezclamos bien y ponemos al fuego, removiendo sin parar. Añadimos la leche que tenía el limón, colada y bien caliente, poco a poco, hasta terminarla. Esperamos a que hierva.
Colocamos en el plato o cazuela.
Espolvoreamos generosamente azúcar, cuando esté templado.

Y quemamos. Nuestra madre lo hacía con el ganchu de la cocina de carbón, bien caliente, al rojo vivo.
Y listo para servir.
Muy rico.

Con yemas de huevo

Necesitamos

  • 2 cucharadas colmadas de harina
  • medio litro de leche
  • 2 yemas
  • una pizca de sal
  • piel de medio limón y 1 rama de canela (optativo)
  • azúcar o miel para acompañar (optativo)

Con yemas de huevo.

Elaboración
Si lo hacemos con la canela y el limón, pondremos a calentar, despacio, la leche con ambos. En otro cazo, mezclamos bien la harina con un chorro de leche fría y la sal, mezclamos bien y a continuación ponemos poco a poco, la leche que teníamos caliente en el cazo y la sal. Mezclamos. Si no queremos que tenga estos sabores (canela, limón), se calienta la leche solamente, hasta que hierva y se añade poco a poco, de igual manera que en la anterior explicación. Una vez que hierva, lo apartamos del fuego y esperamos unos  minutos a que se enfríe un poco, separamos las claras de las yemas y las vamos incorporando, de una en una, con movimientos rápidos, para que no se corte la yema con el calor de la crema. 
Servimos, sin nada o con azúcar o miel.. Se suele comer caliente.
También está muy bueno. En la foto no se aprecia, pero queda con un color más dorado, por las yemas.

¡¡¡A ver si vos gusta!!!













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